México: el narco-Estado en imágenes.

En los últimos días las redes sociales han dado amplia difusión a la nueva publicidad de la “cuarta transformación” en medio del proceso electoral, y esta se antoja verdaderamente escalofriante.

En nuestro país, el uso político del narcotráfico como fuerza de reserva del Estado mexicano tiene larga data, particularmente desde el periodo de la guerra sucia cuando el PRI-gobierno pactó la impunidad con diversos grupos del narco a cambio de que le hicieran el trabajo sucio en la sierra y las zonas rurales, dando persecución a la guerrilla mexicana que hacía florecer un vigoroso movimiento armado socialista en entidades como Morelos, Guerrero, Michoacán y el norte del país, actualmente balcanizados y controlados por distintos cárteles.

Episodios como estos hacen que en México la gente tenga claro el concepto del narco-Estado. Más aún, el paso de los años y la evolución (¿involución?) de estos grupos criminales, adiestrados, pertrechados, tolerados, y protegidos por el Estado terrateniente-burocrático solamente lo confirma.

La reportera Anabel Hernández denunció durante largos sexenios (incluido el que termina) la perversa relación entre los cárteles de la droga y las autoridades mexicanas, yendo por su puesto desde las más altas esferas hasta los puestos más ínfimos sin distinción de partidos políticos o género. En más de una ocasión se ha documentado cómo las campañas electorales del régimen cuentan con el financiamiento o la cooptación del narco; incluso algunos candidatos han estado relacionados en investigaciones federales e internacionales por sus posibles vínculos con tales grupos criminales.

¡Están coludidos! Eso todos los mexicanos de a pie lo sabemos, pero la propaganda reciente debería llamarnos a la reflexión en medio del fuego cruzado de tres fuerzas armadas reaccionarias: las fuerzas oficiales, los paramilitares y los grupos criminales erigidos en auténticos señores de la guerra.

Las imágenes de playeras negras con la santa muerte haciendo una seña de silencio con la leyenda: “UN VERDADERO HOMBRE NUNCA HABLA MAL DE LOPEZ OBRADOR”, junto al video del cantante Pablo Ángel “El Oaxaco” grabado en las instalaciones del centro de adiestramiento de la Policía Estatal de Oaxaca haciendo apología a la narco-cultura desde la Unidad Policiaca de Operaciones Especiales “UPOE”, dejan muchas cosas en claro.

Hay que tener bien en cuenta que en política las formas son fondo, y que ahí donde el río suena es porque agua lleva.

La gente del pueblo que padece día a día esta violencia reaccionaria en un país de fosas clandestinas, de asesinatos y feminicidios, de desapariciones forzadas y desplazamientos en masa no puede pecar de ingenuidad. Votar por cualquiera de los candidatos o los partidos del régimen es profundizar la guerra contra el pueblo. ¡Hay que frenarla ya!

La mejor opción este 2 de junio es no votar, organizarse y luchar.

Publicado por Periódico Mural

Prensa Popular y Democrática

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